viernes, 24 de febrero de 2012

24 FEBRERO

Hoy he salido de patrulla con Yoda (el oficial de Burkina Faso) y Mustafá, ya que el intérprete sigue en Goma.
Tocaba realizar el trabajo de hoy y el del domingo ya que, como ya he mencionado en otras entradas, los domingos, el TS lo dedica al mantenimiento de vehículos, generadores, lavado de ropa, etc., y por supuesto, al descanso.
Por el eje Noroeste, el que lleva a Kisangani, a unos 40 km, en una hora (es el único camino asfaltado), llegamos a nuestro primer destino, Mayuwano.
Mayuwano

 

Lugar de la reunión
Mayuwano es una población de unos 700 habitantes y un nivel de desarrollo algo superior al de su entorno. Nos reciben los dos jefes del poblado y nadie más estaba presente durante la entrevista, el resto trabajaba. Incluso estos jefes del poblado no dejaron de realizar sus labores durante la entrevista. Estaban fabricando una silla de tres plazas, por supuesto de manera totalmente artesanal, trabajando la madera. De una forma seria y clara, nos expusieron los principales problemas que sufren en el poblado. No tienen problemas de seguridad, pero la salubridad de las aguas de consumo y la falta de medicinas en el dispensario local se plantean como necesidades imperiosas. Además, su escuela de primaria, carece de pupitres y los alumnos han de recibir las clases en el suelo, por cierto, muy embarrado debido a las últimas lluvias.
A la vuelta, y a unos 18 km de Walikale, nos esperaba Idambo, una pequeña aldea de apenas 50 habitantes, la cual se podría decir que es la antítesis de la anterior.
Pequeña aldea de Idambo 

Nos recibe casi todo el poblado al completo, su jefe, un joven de no más de 25 años, nos invita a sentarnos bajo la mirada del resto. Desde el principio se intuía que este poblado es de esos que espera la ayuda externa para solucionar sus problemas, sin intentar desarrollarse por sí mismos. Además, culpan al gobierno del país y a la comunidad internacional de su situación y se muestran exigentes durante las entrevistas. En esta ocasión, además, se notaba un cierto tono de burla hacia nosotros, lo que hizo que dicha entrevista durara lo justo e imprescindible.
Por la tarde, otra vez lluvia. Es el tercer día que me es imposible correr. Mañana cambiaré el horario si puedo.