viernes, 9 de marzo de 2012

09 MARZO


La patrulla de hoy era doble, con el objeto de tener el domingo para mantenimiento y descanso. Así que ayer nos esmeramos en cambiar las ruedas de un vehículo a otro, para poder tener uno en condiciones de hacer patrullas algo más largas.
Yoda (Burkina Faso), Amisi y yo hemos llevado a cabo la doble patrulla de hoy hacia el eje Noroeste, el que se dirige a Kisangani.
El primer destino, Mafombi, una pequeña aldea, a unos 60 km de Walikale.
Mafombi


Desde que las FARDC controlan Bisie y Omate, todo este eje ha ganado en seguridad y aldeas como Mafombi comienzan a ser visitadas por las ONG que trabajan en la zona, en este caso Cáritas, para la valoración de la situación en estas poblaciones, especialmente la de los desplazados. Y aunque sólo han hecho eso de momento, valorar, esto crea un ambiente de optimismo que se siente al llegar a estas aldeas y ver a sus habitantes sonreir. Ojalá y esta situación se diera en el resto del distrito y, por supuesto, del país.
De todas formas, como no podía ser menos, se quejaron de las muchas carencias que tienen. Nos recibieron muchos hombres y, como ya he dicho en otras ocasiones, es mala señal, dado que a esas horas, estos hombres debían estar trabajando. Poblaciones vecinas a Mafombi cuentan con un nivel de desarrollo superior y es que la voluntad de sus habitantes es el pilar principal para prosperar.
De vuelta, visitamos Eliba. Completamente distinto a Mafombi. El planeamiento de las patrullas lo realizo yo personalmente, como G3 del Team Site (es mi obligación) y no elijo adrede el visitar una aldea pobre y en decadencia y otra próspera y en pleno desarrollo. Pero, parece que la casualidad hace que cada vez que realizamos una patrulla doble, ocurre esto.
La diferencia es grande. Eliba, aun no siendo muy grande, ha construido y mantiene una escuela y un pequeño centro de salud. Con esto, ha conseguido facilitar el trabajo de las ONG que han saneado una fuente de agua y repartido material escolar.
Eliba 

A nuestra llegada, únicamente el Jefe de la villa y su esposa nos recibieron. No es necesario nadie más. No hubo quejas amargas ni exigencias. El resto del poblado, trabajando.
Lugar de la reunión y jefe de Eliba preparándolo

Luego, vuelta al TS y la rutina de siempre. Por la tarde, carrera y elaboración de informes. Justo al caer la noche, estalló una tormenta que, aunque no muy intensa, sí que ha sido persistente.