Día de los intensos en Goma.
Lo que tenía previsto realizar en dos días he tenido que
hacerlo en uno sólo, así que se ha convertido en estresante.
Cada trámite con Naciones Unidas es una prueba, un reto a la
paciencia. Cada paso se convierte en interminable. Además, esto se acentúa por
el hecho de no tener un coche para los desplazamientos.
En fin, al final, he conseguido llevar a cabo todas esas
gestiones, o al menos las más importantes.
Ahora, ya en el hotel, mirando al lago, uno se tranquiliza,
a pesar de la tormenta que amenaza con estallar en breve.
Mañana, Dios mediante, inicio el viaje a España. Un viaje
que me llevará primero a Entebbe (Uganda), luego a Amsterdam (Holanda), para
llegar en dos días a Madrid.
Si no se produce ninguna contrariedad, la próxima
publicación en este blog será a mi vuelta a la RD del Congo, allá por el 16 de
abril.