miércoles, 14 de marzo de 2012

14 MARZO


La patrulla de hoy, nos ha llevado a Yoda (Burkina Faso) y a mí, a Isanga, a unos 40 km en dirección Kisangani.
Me ha sorprendido gratamente que lo que ayer se decía en la reunión de seguridad, se plasmaba en el terreno y, durante el camino, numerosos vehículos de distintas ONG  se movían y mantenían encuentros con los habitantes de la zona. En Kilambo, repartían artículos de primera necesidad, especialmente a los desplazados, colchones, semillas, ropa, utensilios de cocina, etc.

A la llegada a Isanga, un grupo de cuatro hombres nos reciben calurosamente y nos invitan a entrar en la casa de uno de ellos. Esta casa, a diferencia de la mayoría de las que se ven por aquí, hechas con barro, estaba construída con maderas y el techo era de uralita. Pero por dentro era igual al resto. Vacía, y con el suelo de barro, numerosos insectos y lagartos campaban a sus anchas. En el centro del pequeño habitáculo principal, una mesa y cuatro bancos en los que nos sentamos.


Varias fotografías de Isanga

Lugar de la reunión

Isanga es una pequeña aldea, en la que la seguridad reina desde hace tiempo. Las ONG y la Comunidad Internacional han construido una escuela y está en proyecto una fuente de agua potable. Su cercanía a Ndjingala, gran núcleo de población a tan sólo 1 km, hace que el fluir de productos al mercado de esta población sea importante y el nivel de vida de la aldea sea algo mejor que el de muchas otras poblaciones.
Por la tarde, descanso y elaboración de los informes rutinarios. Otra vez, al anochecer, hizo aparición una tormenta con fuerte aparato eléctrico y viento, pero con poco agua.