Hoy amanecí pronto. A las 3.30h ya estaba en pie para
esperar el Dispatch que me había de llevar al terminal de Monusco, para coger
el avión a Goma. Atrás quedaba una caótica Kinshasa que, a esas horas,
presentaba un aspecto desolador, con infinidad de personas durmiendo en la
calle en sillas y envueltos en bolsas de plástico negro. Parecían cadáveres.
A la llegada al barrio del aeropuerto todo era diferente. Ya
a las 4.30h, este barrio era un mar de gente. Aquí amanece muy temprano. A las
5.30 ya es más que de día.
Luego, un par de horas en el aeropuerto y vuelo hasta la
mitad de la selva, Kisangani, un poblado que cuenta con un “aeropuerto
internacional”. Allí, en medio de la selva, otras dos horas hasta coger un
viejo avión Antonov ucraniano, que, la verdad, daba, cuanto menos, un poco de
respeto. Sin climatización y con un ruido estruendoso, llegamos a Goma. Nos
recibe con lluvia.
Allí está el oficial argelino, al que le debo hacer el
relevo y del que no me han dado muy buenas referencias. En seguida compruebo
que es el típico “norteafricano”, ya conocí muchos de ellos durante mi estancia
en Ceuta por tres años y sé muy bien como son.
Me lleva al hotel. Un edificio con buena apariencia pero muy
viejo y destartalado por dentro. La habitación no está mal. Tiene cama con
mosquitera y, aunque la ventana está hecha añicos, no parece que vaya a hacer
mucho frío aquí. Además tiene baño y te garantizan agua (eso es lo que dicen)
durante al menos tres horas al día. Todo por el módico precio de 40 dólares
diarios.
A continuación volvemos de regreso al aeropuerto a buscar al
oficial tunecino que viene de Bunia, de una misión. Este oficial será el que
trabajará conmigo codo con codo. No me da una mala primera impresión.
De regreso, logro sacar unas fotos, que expongo más abajo.
El paisaje aquí es diferente. Es verde, pero sin muchos
árboles y montañoso- No en vano, ahora mismo me encuentro a 1540 mts. De
altitud sobre el nivel del mar. El calor no es aplastante como en Kinshasa y
por la noche refresca.
Ahora me encuentro en la terraza del hotel. Empieza a hacer
frío y la wifi del hotel no funciona. A ver si mañana puedo colgar esto que
escribo.
El primer avión a Kisangani