Hoy el día ha sido de relax total, en espera de que esta noche, de madrugada, vuelo a Goma.
Amanecimos sin luz y el generador continuaba roto, así que salimos a intentar desayunar fuera. Las calles del centro de la ciudad nada tenían que ver con el resto de días de la semana. Estaban totalmente desiertas y únicamente pandillas de niños y algún que otro impedido deambulaban por los lugares que cualquier otro día, a esas horas, se encuentran llenos de gente y de coches. Tomamos un café y a continuación los uruguayos me llevaron a una piscina que, con el calor que hace, se agradece.
Era un club portugués muy bien arreglado y que, como todo aquí, cuesta muy caro el entrar, pero merece la pena.
A la vuelta, sorpresa!!, el generador funciona, tenemos luz y wifi.
Me hago el equipaje, y escribo estas líneas, en espera del viaje de mañana.
Eso sí, de camino a la piscina, he conseguido sacar algunas fotos muy buenas. Aunque el centro de la ciudad estaba vacío, el barrio a donde fuimos estaba lleno de puestos y de coches de un lado para otro. Como siempre, mucho bullicio. Los coches pitan mucho, la gente grita, pero sin maldad, se ríen mucho, a pesar de la miseria. Además, aún animaba más la ciudad los grupos de coches que paseaban banderas, con la música a tope, del partido que representan de cara a las próximas elecciones.
Aquí es muy difícil sacar fotos. Los policías y militares que pueblan las calles dicen que está prohibido, y con esa excusa, te quitan la cámara o el móvil, así que tienes que hacerlas con mucho cuidado.
Vistas de los puestos callejeros y del bullicio de las calles.
Cartele electorales de los diferentes candidatos.
Entrada del Club portugués. Esta foto se la dedico a mi cuñado Rui. Tabuinhas.
Como se puede ver, la piscina no estaba nada mal.
