Este primer día de 2012, ha sido como cualquier otro domingo
en la casa del TS.
Por la mañana, mantenimiento de vehículos, limpieza de la
casa, colada y esta vez ya teníamos hecha la comida y la cena, ya que hemos
aprovechado las sobras de ayer.
Anoche, no se escucharon grandes celebraciones en
Walikale. Fueron apagadas por la lluvia
que cayó durante toda la noche. Esta mañana, al finalizar dicha lluvia, se
volvieron a escuchar los timbales y la gente cantaba y gritaba.
Por la tarde, tormenta y fuerte, con lo que no salí a correr
esta vez.
Luego, confección de informes y nada más.
Estos días son difíciles de pasar. A pesar de la
experiencia, y de que en mis otras tres misiones (una en Bosnia y dos en
Afganistán) también pasé las navidades fuera de España, siempre se echa de
menos los seres queridos, y se hace importante cualquier contacto que se tiene
con ellos en estos días. Además, estoy seguro de que los que peor lo pasan son
precisamente ellos, la gente a la que le importas. Vaya desde aquí mi más sincero agradecimiento por su
apoyo y comprensión. Es imprescindible. Un abrazo y feliz año.