viernes, 13 de enero de 2012

13 ENERO


Lo que irremediablemente tenía que pasar, pasó. Después de mucho tiempo de roces en la zona de la minas de Bisie y Omate entre el FDLR y los May May Cheka, y ante la pasividad mostrada por las FARDC, que, ni siquiera tienen a nadie desplegado allí, ayer comenzaron cruentos combates entre ambos grupos. Comenzaron por Mayuwano, extendiendo la lucha a Mafilo y, finalmente, Omate. El FDLR ha quemado todas las casas de la aldea de Mayuwano y violado a varias mujeres. Todos los habitantes de esta zona, unos 1500, han decidido abandonar sus casas y buscar refugio en la segura Mubi, en el eje NW, el que lleva a Kisangani. Los combates, a estas horas, continúan, sin que se tengan datos fehacientes del número de muertos y heridos producidos en los mismos.
Así que, a pesar de que la patrulla hoy la debían realizar el Team Leader y G.B., fui yo el que acompañó al indio para obtener más información de lo ocurrido. Sin más dilación, nos dirigimos directamente a Mubi.
Como ya comenté en una entrada anterior, Mubi es un pueblo bastante grande, con un Batallón de las FARDC desplegado allí y mucha policía, lo que lo hace seguro. Además, en esta zona no se dan los problemas que se dan en el eje NE (el de Goma), con los continuos saqueos a la población por parte de algunos de los miembros (muchos, desgraciadamente) de las FARDC. Esta zona es bastante próspera, y además, se encuentra rodeado de varias pequeñas aldeas, cuyos habitantes trabajan en granjas, obteniendo recursos que venden en el mercado de la “gran” Mubi.
Calle principal de Mubi 
"Cine" de Mubi. Como ya comenté alguna vez, estos "cines" (hay uno en Mubi y dos en Walikale) no son más que una choza, en la que algunos bancos corridos se desparraman sobre el suelo de barro,y donde hay una televisión, de unas 40 pulgadas, en la que se pueden ver películas antiguas, noticias o partidos de fútbol grabados. La entrada cuesta 500 FC (unos 0,40 céntimos de euro). El sonido está amplificado y se puede oír lo que se está proyectando en un radio bastante amplio.

Además, muchos de los habitantes de esta zona viven del transporte de minerales desde las minas hasta Kilambo, donde se carga el mineral en avionetas para su posterior traslado casi siempre a Ruanda.
Pero aun con todo esto, no tiene la suficiente capacidad como para acoger, de golpe, a otras 1500 personas. Lo más probable que esto desencadene una tragedia humanitaria.
Después de entrevistarnos con el Jefe de la Policía en Mubi, tuvimos la oportunidad de hablar con varios de los que habían huido de los combates de Omate.
Todos ellos eran trabajadores de las minas. Había también alguna que otra mujer, bueno, más que mujeres, eran auténticas niñas. Dos de ellas portaban un apero hecho a base de vistosas telas de colores, amarradas en torno a la frente de la porteadora, y cargadas de mineral. Pude coger uno de esos “paquetes” y, sin lugar a dudas, no pesaba menos de 25 kg. Ese es el peso que portan estas mujeres durante aproximadamente 6 horas a través de la selva, desde las minas hasta Mubi o Kilambo. En el trayecto, van dejando peso en forma de “tasas” que les cobran numerosos miembros del FDLR o los May May. Es decir, que calculo que el peso con el que salen de las minas es superior a los 40 kg.
Estos porteadores, que son muchos, al llegar a Mubi o a Kilambo, vuelven a cargarse de mercancía, tales como alimentos, ropa, víveres, etc. para abastecer a los trabajadores de las minas, con lo cual, se vuelven a internar en la selva otras seis horas cargados de estos productos. A cambio de todo este trabajo, reciben una muy pequeña cantidad del mineral que transportan, que cambian por los alimentos que les hacen sobrevivir.
Tras el mal trago que supone el ver a esta gente que, además de la vida de auténticos esclavos que soportan, se han quedado sin casas y sin nada, decidimos visitar un par de aldeas de los alrededores de Mubi para para pulsar el ambiente. Más de lo mismo.
En estas aldeas, la mayoría de sus habitantes viven, o bien del transporte del mineral, o bien de las granjas que abastecen, precisamente a la zona de las minas y a Mubi.
Kabusa es una de ellas. Nos reciben en una casa hecha a base de grandes listones de madera y nos cuentan que la situación es muy preocupante. La gente no puede trabajar, ya que no puede desplazarse hasta la zona, y sin trabajo, no hay comida. Me sorprendió gratamente ver que en la choza, además del jefe del poblado y de otro hombre, dejaron entrar a dos mujeres, una de mediana edad y otra bastante joven, las cuales no dejaron de intervenir durante toda la entrevista. No es normal que en este tipo de actos, las mujeres estén presentes, y mucho menos que den su opinión y hablen en tantas ocasiones como en Kabusa.
Kabusa

Lugar de la entrevista

En la aldea de Bilobilo no se respiraba un ambiente mejor. Allí nos recibieron en el típico lugar de reuniones de las aldeas. Aunque Bilobilo es grande y próspero, e incluso cuenta con escuela, la situación que se vive en Omate, les ha sobrepasado y las caras de los siete u ocho hombres que nos recibieron, reflejaban preocupación y pesar. Nos pidieron encarecidamente que hiciéramos algo, o nosotros o el gobierno, que de no hacerlo, ellos mismos tendrían que defenderse.
Bilobilo

Lugar de la reunión (éste sí que es el típico)

Una vez más, la impotencia de no poder hacer casi nada para resolver estos problemas hizo mella, tanto en mí, como en el Oficial indio, a quien el testimonio de estas gentes también había conmovido.
Al regreso, hicimos un pequeño “tour” por Walikale, para informar de la situación al administrador, a la OCHA y a las FARDC. El Jefe del Sector, a propósito, aún no ha regresado de Goma. Se llevará a cabo un estudio “serio” por parte de los comandantes de las FARDC presentes en la zona, y se celebrará una reunión próximamente para intentar resolverlo.
A la vuelta al TS, elaboración de un completo y especial informe y la carrera de todos los días, hoy, bastante desalentado por el curso que están tomando los acontecimientos.