jueves, 19 de enero de 2012

19 ENERO


La patrulla de hoy nos ha llevado por el eje NW (el de Kisangani) hasta Ulema, a 48 km de Walikale.
En el camino, mientras comenzábamos a atravesar Kilambo, nos pararon. Una de las avionetas encargadas de transportar mineral desde esta zona hasta Ruanda para su posterior venta, iba a aterrizar. Así que no nos quedó otra opción que la de “disfrutar” del espectáculo.



Varias imágenes de lo que, en mi humilde opinión, es algo vergonzoso y uno de lo s principales problemas de este país.
Al aterrizar dicho aparato, una ube de personas se echó sobre él, bien para descargar material, bien para cargar minerales. En unos veinte minutos, el aparato, cargado de minerales, se disponía a despegar de nuevo, ante la pasiva mirada de los elementos de las FARDC y de la Policía presentes en el lugar. Una vez más, el sentimiento fue de absoluta impotencia por no poder hacer nada más que observar y esperar.
Tras este lapsus, continuamos la marcha. Hoy, al ser una patrulla algo más corta, me acompañaba G.B. Además, debíamos realizar también la patrulla del domingo.
Ulema es una pequeña aldea, en la que no viven más de 300 personas. No obtuvimos demasiada información. Viven en paz e intentan prosperar en medio de la más absoluta de las pobrezas.

Ulema

Nuestro segundo destino era Mutenda, ya de vuelta a Walikale, y a unos 40 km de la capital del Distrito.
Aunque algo más grande que Ulema, Mutende no deja de ser un grupo de casas, no más de quince, a lo largo del camino que une Walikale y Kisangani. Eso sí, los habitantes de la zona estaban muy enfadados. Como ya he mencionado en otras entradas anteriores, los jueves son los días de trabajo comunitario. En este día, todos, o casi todos, deben dedicarse a la comunidad. En esta zona, la Policía y los administradores obligan a la población a reparar este tramo del camino que está sin asfaltar y que presenta un estado deplorable. Los vecinos no se quejan de esto. Se quejan de que, al mismo tiempo, los mandos de las FARDC desplegadas en Njingala, a unos 2km, les obligan a limpiar sus barracones. Además los miembros de las FARDC no colaboran en estos trabajos comunitarios. Los locales de Mutende se ven entre la espada y la pared. O bien obedecen al administrador y arreglan el camino, o bien hacen caso de las FARDC para limpieza de sus barracones. Entre una cosa y otra, los perjudicados son ellos, ya que, tanto la Policía por un lado, como las FARDC por otro, detienen a aquellos que no acatan sus órdenes, con lo que la situación se hace insostenible.

Mutenda

Por si esto fuera poco, han llegado rumores de que estas autoridades que les obligan a reparar el camino gratis, están recibiendo dinero para la reparación y mantenimiento del mismo. Sin embargo, no han invertido ni un solo franco en estos menesteres, lo que hace pensar que se están enriqueciendo a costa de estos trabajadores eventuales… y razón no les falta.
A la llegada a Walikale, me esperaba una pequeña sorpresa. Aparte del Major uruguayo, que vendrá la semana que viene, se ha incorporado un Tte. Col. paraguayo que, presumiblemente, sustituirá pronto al Team Leader indio.
Fue una sorpresa agradable puesto que, después de mucho tiempo, pude conversar con alguien en persona en español.
Por la tarde, lo acompañé a realizar algunas gestiones personales en Walikale y, tras la carrera diaria, departí con él durante buena parte de la tarde noche conversando acerca de varios e interesantes asuntos.