jueves, 22 de diciembre de 2011

22 DICIEMBRE

La noche no comenzó muy bien. Al entrar en mi “habitación”, un par de ratones salían por uno de los agujeros que hay en la pared. Pero la mala noticia no es esa, sino que la presencia de estos roedores, atrae a las serpientes, que pueden colarse en la casa.
Los diminutos insectos tan molestos durante las noches anteriores, ayer dieron tregua y se pudo conciliar el sueño rápidamente…hasta que estalló la primera de las tormentas. Cayó mucha agua en muy poco tiempo, pero el aparato eléctrico no era tan intenso. Luego, conforme se iba marchando esta tormenta, hizo acto de presencia otra mucho peor. No traía agua, dejó de llover, pero la frecuencia e intensidad de los rayos era importante. Esto duró unas dos horas en total, en las que hay que estar levantado y pendiente de que no se produzcan daños en la casa.
Por la mañana, patrulla hacia el eje NE, el camino que lleva a Goma.
La selva no deja de ofrecer paisajes exuberantes.

Hay millones de árboles, algunos de gran altura, como los que se ven al fondo de esta foto. Lo que parece arbustos, en primer plano, son las copas de los árboles de tamaño "normal". Además, este trozo de terreno es llano, con lo que los árboles del fondo están al mismo nivel que el resto.

Hoy, como cada jueves, es el día del trabajo comunitario. Esto significa que “todo el mundo” deja sus quehaceres diarios y trabaja para la comunidad. Cortan la hierba, limpian los caminos de ramas, intentan reparar los peores tramos de las distintas vías de comunicación, etc. Los administradores obligan al personal a realizar estas tareas. Cada vez que un vehículo, ya sea motocicleta o camión pasa por una zona donde se están llevando a cabo trabajos de este tipo, o bien “colabora” pagando bien dinero o bien en especias, o echa una mano en el tajo. A nosotros, cómo no, también nos piden colaboración, algunas veces de manera no muy educada, pero no podemos parar en cada obra que cruzamos.
Hoy íbamos un poco más allá de Bonesa, la aldea más lejana que había visitado en ese eje. El destino, Kairenge. Al llegar, revolución. En cada aldea siempre se monta un revuelo cuando el coche de Naciones Unidas se detiene, pero en Kairenge, fue una auténtica marea de gente la que nos envolvía durante el camino que trazamos desde el vehículo hasta el sitio donde habíamos de reunirnos.
Única fotografía que se pudo tomar en Kairenge. Había demasiada gente.
Esta parte del distrito es la más montañosa. No es comparable con nuestras montañas, pero sí que el paisaje se hacía más abrupto. Las gentes de estas aldeas viven en la más absoluta de las miserias.
La reunión se celebró en un lugar más pequeño de lo habitual. Nos pusieron tres sillas, una para el Oficial chino, que me acompañaba, otra para el intérprete y otra para mí y el resto de personas se sentaban en un trozo de madera largo y en el suelo. Dentro de la choza se encontraban unas diez personas más nosotros, fuera, numerosas personas, muchos niños y mujeres y una anciana que, según los lugareños, andaba bebida e interrumpía de vez en cuando la conversación para decir algo que provocaba la risa generalizada.
Me contaron lo de siempre, que no tienen de nada, que las ONG,s no llegan allí y que, como en toda esa zona, temen los ataques del FDLR. Algunos de los presentes mandaban callar a otros cuando intentaban hablarnos de este grupo terrorista. Creo que, aparte de la multitud, recordaré este poblado por el miedo y el respeto que sentían hacia el FDLR.
Después debíamos llevar a cabo la patrulla correspondiente al domingo. De esta forma, ese día lo tenemos para mantenimiento y limpieza de vehículos, grupos electrógenos y la casa, aparte de la “colada” y descansar. Pero antes, decidimos parar en Bonesa, la aldea visitada la semana pasada. Y lo hicimos porque vimos estacionado un vehículo perteneciente a una ONG. La verdad es que satisface ver que los informes que se mandan a diario sirven para poner en funcionamiento los mecanismos que hacen la vida de estas gentes más fácil. Y esta ONG, a través de la ONU, había recibido el informe redactado la semana pasada tras la patrulla a la aldea, y estaba llevando a cabo una entrega de ayuda humanitaria.
Nuestro siguiente destino era Katanga, una aldea con no más de diez casas, donde nos reciben muy cordialmente y nos guían al lugar de las reuniones. Nada especial en Katanga. Únicamente que más de la mitad de la aldea ha tenido que huir a Walikale temerosos del FDLR. Eso sí, nos pasaron valiosa información sobre la situación en la zona, que servirán para intentar mejorar la seguridad.
Katanga

Por otra parte, en ambas aldeas, se quejaron del trato de algunos miembros de las FARDC hacia ellos. Ya he hablado antes de esto. Las Fuerzas armadas del Congo (FARDC) son un ente muy difícil de controlar. El ánimo y la intención de los gobernantes del país, de la Comunidad Internacional y de sus principales comandantes son  buenos, pero es difícil controlar lo que hace cada individuo en regiones como esta. Además, no reciben salario alguno del gobierno lo que hace que tengan que buscarse el sustento. Algunos de ellos fuerzan a la población local a cargar con sus pertenencias durante largos trechos. Ayer obligaron a dos mujeres embarazadas a hacerlo y una de ellas está a punto de perder el bebé. Caminó durante más de 20 km con dos garrafas de 10 litros a la espalda.
Evidentemente, toda esta información ya está en manos del Jefe del Sector, quien deberá tomar las medidas oportunas. No hay que juzgar a nadie en este conflicto, y mucho menos a las FARDC como institución. Estos casos hay que tomarlos como torpezas individuales muy difíciles de controlar.
Después, echamos un vistazo a la escuela de la aldea, muy deteriorada, de acuerdo a los habitantes de la misma. No había niños, las vacaciones de navidad habían comenzado, así que pudimos ver las "instalaciones" de la escuela tranquilamente.
Escuela de Katanga



Estado de las aulas. Lamentable

Únicamente unos diez o doce niños jugaban al fútbol con algo parecido a una pelota totalmente deshinchada. La escuela estaba en un estado deplorable. Intentaremos hacer fuerza para solucionar lo que se pueda.
Patio del colegio y niños jugando en él



Iglesia de Katanga

Estanque de donde toman el agua para todos los usos, incluso para consumo. Este es uno de los principales problemas de estas aldeas, cuyos habitantes contraen multitud de enfermedades, algunas de ellas mortales, al beber de estas aguas.

De vuelta al TS. 42 km en unas dos horas más la vuelta.
Niños...

Por la tarde, tras la elaboración de los informes, carrera y, posteriormente cayó la tormenta, que trajo condigo gran cantidad de agua. Ha estado lloviendo durante toda la noche. El TS ha permanecido incomunicado debido a esto y ayer por la noche nos entreteníamos intentando matar los ratones de la casa.
Esta mañana ha amanecido nublado, pero sin lluvia y he podido colgar esta entrada.