viernes, 9 de diciembre de 2011

9 DICIEMBRE


Esta mañana me correspondía llevar a cabo una patrulla. 
Amanecer desde la casa

Las patrullas de los Observadores Militares consisten en establecer contacto con los habitantes de una localidad en concreto. Normalmente, se programa una localidad por día. En estas localidades (la mayoría son aldeas de no más de diez o doce chozas) se realiza un sondeo de la situación que viven allí. Se obtienen datos acerca de si ha habido o no algún tipo de incidente en la población, tales como atracos, violaciones, asesinatos, etc. Sorprende ver lo frecuente que son estos tipos de incidentes en esta zona. Además, se obtiene información acerca de la regularidad con que las FARDC (Fuerzas Armadas del Congo) y la PNC (Policía Nacional) patrullan la zona. En la mayoría de los casos, no suelen hacerlo.
También se obtiene información acerca del número de personas que habitan la localidad, cómo viven, de qué se alimentan, si hay escuelas o centros de salud, etc.
Todo esto se refunde en un informe diario que, junto con los de todos los Team Sites se dirige a los estamentos competentes, para intentar dar solución a dichos problemas. NN.UU. reconduce esta información y la dirige bien al Gobierno Congolés, ante una posible situación de inestabilidad en la zona, o bien a sus organismos humanitarios y O.N.G.,s para intentar paliar en lo posible la escasez de recursos de los poblados.
Pero es muy difícil que tanto la ayuda en materia de seguridad, como la humanitaria llegue a todos estos pueblos perdidos en medio de la selva.
La patrulla la componen dos MILOB,s, en este caso, Moses (de Kenia) y yo y el intérprete. Van en un solo vehículo y se hace de mañana.
Esta mañana, después de la reunión diaria del TS, salimos hacia la zona. Desde Walikale únicamente salen tres caminos, uno en dirección a Bukavu, otro hacia Kisangani y otro hacia Goma. El resto de la zona es impracticable, Es selva virgen, únicamente habitada por plantas y animales. Estos caminos son de no más de dos metros de ancho, en unas condiciones paupérrimas, máxime con el agua que cae a diario. Hay zonas a las que no se puede llegar debido a la inviabilidad de dichas rutas. Desde aquí, se puede llegar por camino a Kisangani, pero las otras dos rutas no llegan a su destino (Goma y Bukavu) están cortadas, bien sea por un puente inexistente, bien porque se convierten en sendas únicamente transitables a pie. Con esto es fácil imaginar la dificultad que tiene el hacer llegar cualquier tipo de ayuda.
De todas formas, las patrullas se programan hasta lo más lejos que se puede ir en vehículos. Luego, el camino dirá si se puede llegar o no.
Una vez salimos de Walikale, el camino se hizo estrecho y siempre rodeado de una muy densa vegetación. Tal y como se veía desde el aire, está todo cubierto de árboles y plantas de todas clases. Si uno intenta ver lo que hay más allá de un metro del camino, lo único que ve es la oscuridad, ya que a estas zonas no llega ni la luz del sol.
De vez en cuando, se veían grupos de chozas desparramadas a lo largo del camino. Esos son los poblados que debemos visitar en nuestras patrullas. Estas chozas están hechas básicamente de barro con un tejado de paja. Al paso del vehículo de la patrulla, numerosos animales atravesaban el camino en estos poblados, patos, gallinas, manadas completas de cerdos, cabras, etc. Además, muchos niños se acercaban al coche en cada poblado. Los niños de aquí no son muy distintos de los que vi en Afganistán, salvo por el color de la piel. Descalzos y vestidos con harapos, muy sucios y con la mirada llena de esperanza y a la vez desaliento.
Eso sí, aquí no presentan signos de desnutrición. Tienen alimentos naturales, animales y plantas de sobra, así como agua. El problema que tienen es la salubridad de esas aguas y la cantidad de enfermedades que contraen. Sólo uno de cada cinco niños nacidos con vida, llega a la edad de cinco años.
Tras 26 kms, hechos en casi dos horas, llegamos a una zona en la que el keniano dijo que no se podía pasar con el coche. Él empieza el check-out para irse a casa este martes, con lo que no quiere complicarse en absoluto la vida, pero yo estoy seguro de que el coche pasaba por allí. Así que, como se suele hacer, para la vuelta, conduje yo y visitamos uno de los poblados previstos y otro no previsto para sustituir el que no pudimos acceder.
En el primero de ellos nos recibieron unos cuatro hombres en una cabaña hecha por completo de madera. Fuera de la cabaña, además, permanecían dos mujeres e innumerables niños. Nos hablaron de los problemas que tienen. Un par de atracos por parte del FDLR (es un grupo ruandés que actúa en esta zona para obtener dinero. Su objetivo: derrocar el actual gobierno de Ruanda y volver al poder establecido anteriormente. Sus posibilidades: nulas).
No tienen ni escuela ni centro sanitario. Algunos niños van de vez en cuando a una escuela a 5 kms. andando.
Cuando se les pregunta por las elecciones, dicen que se las 80 personas del poblado en edad de votar, la mesa electoral (controlada descaradamente por el actual presidente Kabila) sólo dejó votar a uno, quien iba a votar precisamente a Kabila. El resto, se hizo 7 kms de ida y otros siete de vuelta andando en balde.
Cabaña donde se llevó a cabo la reunión en la primera aldea.

En el otro poblado la situación era diferente. Me sobrecogió ver la imagen de una mujer mutilada intentando hacer no sé muy bien el qué con un montón de mariposas que había capturado con una red pegajosa. Supongo que las llevaría a otro lugar para venderlas para consumo. Además de ella, únicamente se encontraban en el poblado otros dos hombres. Uno de ellos parecía muy disgustado. Los habitantes de este poblado fueron víctimas no hace más de tres semanas de combates entre el FDLR y los guerreros May May (en la foto explico algo de ellos). Estos combates se llevaron a cabo en el poblado y hubo 2 muertos y tres o cuatro violaciones. Desde entonces, los habitantes de la aldea se van a dormir a otro poblado más seguro, a unos 3 kms., y sólo acuden a sus casas durante el día para trabajar. Este hombre decía que, a pesar de haber informado a todo el mundo, la situación no ha mejorado, ya que no hay presencia ni policial ni de las FARDC.
Arriba y abajo. 2º Poblado, sus habitantes huyeron hace dos semanas por miedo a que se reprodujeran los combates entre el FDLR y los guerreros May May


Foto de guerreros May May (esta foto no la he hecho yo). Estos guerreros no son más que grupos de hombres que desde que nacen no hacen otra cosa que combatir, sin armas de fuego, únicamente lanzas, machetes y otros utensilios por el estilo. Trabajan con la magia. Los lugareños dicen que entran en las casas cuando la gente duerme, los hipnotizan para que no despierten y les roban hasta los colchones. Creen, además, que el agua les hace invencibles y se lavan antes de cualquier combate. Piensan que con eso las balas que les alcancen no les producirá daño alguno. Captan a niños que instruyen desde muy pequeños, y si no los captan, los roban. Además, como no saben hacer otra cosa que combatir, cada uno de estos grupos se uno a quien, en cada momento, les interesa. Así, algunos se unen al FDLR, otros al Gobierno Congolés, otros a otros grupos. Sus grupos se llaman como su jefe. Así, en esta zona, los May May que actúan son los Cheka, pero están muy mermados y muchos de ellos se están reintegrando en las FARDC.

Después, regreso al TS, comida y descanso. Volví al campamento indio para jugar al baloncesto, pero la tormenta diaria se adelantó esta vez y sólo pudimos jugar unos diez minutos. Luego, elaboración del informe diario y fin del día.
En cuanto a la situación general, por fin se ha dado a conocer el resultado de las elecciones y, cómo no, ha ganado Kabila, el actual presidente. Se están produciendo fuertes disturbios en Kinshasa y en Lubambashi, pero aquí la situación es de calma. Sólo algunos grupos han salido a celebrar la noticia. De todas formas, seguimos atentos a las noticias que se vayan produciendo.